DEFINICIÓN DE EMPRESARIO
El término empresario denomina en nuestro idioma a aquella persona que es dueña de una empresa, un negocio o una industria y como tal se encarga de su dirección y gestión, teniendo como finalidad primordial la obtención de beneficios económicos.
El empresario actual es el alma de la empresa, entidad destinada a la producción o venta de bienes o servicios; es el que la concibe, la administra, la guía de acuerdo a un proyecto y en vistas a un fin, el que cambia su rumbo de acuerdo a las contingencias que se vayan presentando, el que arriesga, el que sueña, el que lucha para superar a la competencia, para modernizarse, el que invierte, y el que al final recibe sus beneficios o soporta su fracaso, siendo responsable ante terceros, por los daños que puedan generarse durante la actividad empresarial. Puede tratarse de una sola persona o de un grupo empresarial, que cuenten con capacidad de hecho y de derecho y son el rostro visible y representativo del negocio.
Además de estos empresarios que participan activamente en la empresa, y que hacen de su labor una profesión, puede haber otros socios, que solo aportan capital y no colaboran en la gestión y administración. Además pueden existir otros empresarios profesionales que no son dueños de la empresa pero que ocupan en ella cargos gerenciales, y que arriesgan no su patrimonio o el de la empresa en su actuación, sino su puesto laboral.
Entonces, el ámbito de trabajo del empresario es una empresa que puede dedicarse diversas actividades económicas, tal es el caso de una empresa agrícola ganadera, una empresa de construcción, de espectáculos, o de ventas de servicios, por nombrar algunos ejemplos corrientes.
Si bien el empresario suele tomar unilateralmente las decisiones que atañen al negocio en el que está inserto su empresa, también es habitual que un empresario se asocie con otro colega para por ejemplo codirigir una empresa y entonces en este caso ambos son los encargados de decidir las políticas de acción y obviamente también son socios a la hora de compartir los dividendos que ingresan a la empresa en cuestión.
Ahora bien, debemos destacar que si bien el empresario es el encargado de tomar las decisiones más sensibles de la empresa que dirige tampoco es capaz de hacer todo y desempeñar las diversas funciones que son necesarias para que una empresa funciones, por tanto, es necesario que delegue aquellas tareas o actividades que no estén vinculadas con las decisiones, a empleados que contrata justamente para que las lleven a cabo con eficiencia y así él poder ocuparse de lo inherente a la maximización de beneficios.
CUALIDADES DE UN EMPRESARIO TRIUNFADOR
Disciplinados. Estos individuos se centran en hacer que sus negocios funcionen y eliminan cualquier obstáculo o distracción que se oponga a sus objetivos. Tienen estrategias generales y definen las tácticas para llevarlos a cabo. Son lo suficientemente disciplinado para tomar medidas todos los días con el fin de alcanzar sus metas y objetivos.
Confianza. El empresario de este tipo no se hace preguntas acerca de si puede tener éxito o si son dignos del éxito. Tienen la confianza que sus conocimientos harán que sus negocios sean exitosos. Ellos exudan esa confianza en todo lo que hacen.
Mente abierta. Los empresarios exitosos se dan cuenta que cada caso y situación es una oportunidad de negocios. Las ideas se generan constantemente en relación al flujo de trabajo y la eficiencia, las habilidades de la gente y el potencial de nuevos negocios. Tienen la capacidad de mirar todo a su alrededor y enfocarse en sus metas.
Arranque automático. Los empresarios de éxito saben que si hay que hacer algo, hay que hacerlo inmediatamente. Ellos establecen los parámetros y se aseguran que los proyectos sigan ese camino. Son proactivos y no esperan que alguien les dé permiso.
Competitivos. Muchas empresas se forman debido a que un emprendedor sabe que puede hacer un trabajo mucho mejor que otros. Los empresarios exitosos tienen que ganar en los deportes que practican y necesitan ganar en los negocios que crean. Un empresario de éxito remarcará su propio REGISTRO de éxito cada vez que sea necesario.
Creatividad. Una de las facetas de esa creatividad es que son capaces de establecer conexiones entre eventos y situaciones aparentemente no relacionados. Tales empresarios suelen llegar a soluciones que son el resumen de otros asuntos.
Determinación. Los empresarios de éxito no se ven frustrados por su derrota. Miran a la derrota como una oportunidad para el éxito. Están decididos a esforzarse por el éxito por lo que tratarán y tratarán hasta conseguirlo. Ellos piensan que no existe nada que no se pueda hacer.
Fuertes habilidades con la gente. Tienen fuertes habilidades de comunicación para vender el producto y motivar a sus empleados. Los empresarios más exitosos saben cómo motivar a sus empleados por lo que sus negocios crecen sin parar. Son muy buenos en poner de relieve los beneficios de cualquier situación y preparan a otros para el éxito.
Una fuerte ética del trabajo. El empresario de éxito con frecuencia será la primera persona en llegar a la oficina y el último en salir. Vienen a la oficina incluso en sus días de descanso para asegurarse de que el resultado cumpla con sus expectativas. Su mente está constantemente en su trabajo, ya sea que estén dentro o fuera del mismo.
Pasión. La pasión es el rasgo más importante de un empresario exitoso. Ellos realmente aman su trabajo. Están dispuestos a hacer cualquier cantidad de horas extras con tal de que el negocio tenga éxito, porque hay un disfrute en su negocio que va más allá del dinero. Siempre estarán leyendo e investigando formas y maneras de hacer que su negocio sea cada vez mejor.
Fijación continúa de objetivos: Se trata de determinar metas claras, alcanzables y compatibles con los intereses; como también de reevaluar las mismas. El empresario de éxito siempre se plantea nuevos retos.
Perseverancia: Es la firmeza de carácter que los obliga a seguir esforzándose constantemente para alcanzar la meta, no importa con que barreras se encuentre.
Además, se debe tener una mentalidad siempre positiva, pues el estado de ánimo repercute directamente en el trabajo y en las ganas de superación personal. Un buen hombre de negocios es, sobre todo, una persona optimista. De hecho, la perseverancia necesita del optimismo y de la creencia absoluta de que vamos a conseguir nuestros objetivos a medio o largo plazo.
Conocimiento del negocio: Cuando se está en un negocio, se debe conocer de él, todo lo posible, pero también debe saberse delegar. No se trata de acaparar todo, sino de comprender el funcionamiento de la compañía y los trabajos específicos de los colaboradores.
Fuerte ante el fracaso: Comprende que el fracaso es parte del éxito y no se desanima ante él; al contrario, transforma la experiencia en algo positivo, y construye sobre las ruinas.
Autonomía: La independencia no es la soledad. Se trata de tener un criterio formado, responsable e inteligente para pensar y decidir por sí mismo.
Toma de riesgos moderados: El empresario no es un jugador. El identifica los riesgos y mide las oportunidades. Luego decide si la meta es real o no. Solo así se lanza a aventurar algo.
Persistencia en la resolución de problemas: Aquí juega mucho la imaginación del individuo, su creatividad e ingenio. Muchas veces llegan muchos problemas a la vez y él tiene que estar en capacidad y disposición de solucionarlos óptimamente.
Iniciativa: No esperan que les den órdenes y confían plenamente en sí mismos; además tienen la voluntad de cooperar y probar su carácter ante la situación que se lo exige.
Empuje y energía: Los empresarios de éxito hacen gala de niveles altísimos de energía ya que a menudo son exigidos para trabajar largas jornadas e incluso sacrificarse para llegar a la cima.
Aceptan que no lo saben todo: Ellos piden ayuda cuando es necesario; el hecho de la independencia no significa que sea un experto en todo. Ellos reconocen y evitan esa trampa.
Salud física: No solo se trata de gozar naturalmente de buena salud, sino de cuidarla y mantenerse en forma para estar a la cabeza de la organización.
Salud mental y emocional: El entorno del empresario, de por sí es bastante tensionaste y los desequilibrios mentales son comunes. Los empresarios exitosos cuentan con un ambiente familiar y social que los ayuda a relajar sus cerebros para la batalla en la oficina.
Manejan la incertidumbre: Entienden que no son empleados sino empresarios y como tal integran la incertidumbre como algo natural al negocio.
Retroalimentación: Son asiduos al Feedback a todo nivel. De hecho la relacionan como una herramienta de perfeccionamiento continuo.
La retroalimentación es un sistema de control en el desarrollo tareas, actividades o productos, implementado mediante la supervisión y evaluación continua, cuyo objetivo es el mejoramiento paulatino de los resultados. La retroalimentación permite valorar fortalezas y reducir debilidades, considerar puntos positivos y negativos. En general, es aplicada en la gestión de empresas, pero también en ámbitos como la administración, la ingeniería, la arquitectura, la economía, la informática y la educación
Auto competencia: Ellos no solo compiten con otros sino que están a prueba con ellos mismos a través de modelos y supuestos de rendimiento personal.
Responsabilidad: Ellos comprenden el poder. Saben que son responsables de los resultados y del proceso. Disfrutan del deber.
La persona responsable es aquella que actúa conscientemente siendo él la causa directa o indirecta de un hecho ocurrido. Está obligado a responder por alguna cosa o alguna persona. También es el que cumple con sus obligaciones o que pone cuidado y atención en lo que hace o decide. En el ámbito penal, culpable de alguna cosa, acto o delito. En otro contexto, es la persona que tiene a su cargo la dirección en una actividad.
Versatilidad: Demuestran capacidad de cumplir con diversos roles y de cambiar uno a otro según se necesita. La versatilidad es la cualidad de hacer cosas distintas. Se dice que alguien es una persona versátil cuando tiene intereses y capacidades muy diferentes entre sí.
Deseo de independencia: Muestran clara inclinación a buscar ser sus propios jefes. Autodisciplina y esfuerza propio, bajo normas propias, buscando objetivos propios. La relación con otros es más profesional.
Fantasías positivas: Permiten que sus mentes vuelen y construyan imágenes de sus metas. Esto funciona como una motivación constante.
No está de más recordar que no se trata de una fórmula mágica que debe cumplirse al pie de la letra y paso por paso. Esta es una guía para mejorar nuestro desempeño a través de un enfoque teórico-práctico, es decir, que identificando estas características y mediante un ejercicio de introspección podemos mejorar aquellas, en las que somos débiles y aprovechar nuestras cualidades más desarrolladas.
EJEMPLO
En 1937 los hermanos Richard y Maurice McDonald abrieron en Arcadia, California, un quiosco de perros calientes.
El 15 de mayo de 1940, Dick y Mac McDonald abrieron el primer restaurante McDonald's en San Bernardino (California), sobre la Ruta 66. El menú consistía en 20 artículos, sobre todo a la barbacoa y tenía para esa etapa el nombre de McDonald's Famous Barbecue.5
En 1948, después de señalar que la mayor parte del dinero que ganaban procedían de las hamburguesas, los hermanos cerraron el restaurante durante varios meses para crear e implementar un innovador sistema de servicio rápido, una especie de montaje en serie para las hamburguesas. A continuación, los carhops perdieron sus puestos de trabajo. Cuando el restaurante se volvió a abrir bajo el nombre de McDonald's Famous Hamburgers,5 solo para vender hamburguesas, batidos y papas fritas, se convirtió en un éxito extremo.
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